Mi compañero Eolo

Sopla el viento en mi ventana.. sé que algo quiere decirme pero no alcanzo a comprenderle...

A veces parece que susurra palabras olvidadas y otras, da la sensación de que grita desesperadamente no sé si por enfado, frustación o sencillamente con el único propósito de hacerse notar... lo cierto es, que aquí está todo el día acompañándome...

Es curioso, ahora que he empezado a hablar de él, se ha quedado en silencio, será que también me escucha?... Si es así, tengo que decirte...

Mi querido Eolo, no te limites a despeinarme cuando salga a la calle, te agradeceré encarecidamente que me arranques esta absurda tristeza que, desde que la supuesta primavera llegó, me acompaña obstinada y pertinaz; admito que ninguna razón objetiva es la causa de este sentimiento, pero... hay veces que el alma viaja a lugares desconocidos sin siquiera avisar, me deja esperando como una botella en un estante y sin tener muy claro qué es lo que debe llegar...

Además, si te parece bien y no es mucha dificultad, que te parece si cambias este quejido por algo parecido a las sevillanas que, seguro, ya se escuchan por las calles de mi Sevilla??

Ayy!! Eolo, con lo mucho que te he disfrutado sentada en la cima de una montaña, o mirando al mar... que raro es escucharte sin comprenderte...

...anda, sé condescendiente y déjame volver a comprenderte sin escucharte