Escalando la vida
Cuando yo escalaba, de eso hace ya algunos años... descubrí lo poderoso que es el miedo...
A unos cuantos metros del suelo, donde sólo dependes de tí, de tu fuerza, de tu equilibrio y sobre todo de la fortaleza de tu mente para no caer... el miedo es tu peor enemigo... en esos momentos tus manos, tus dedos, tus pies, embutidos en esa máquina de tortura llamada "pies de gato" y la confianza depositada en tu compañero que, a través de una cuerda de 9mm de diámetro sujeta tu vida unos metros más abajo, están a merced del MIEDO...
Si por un momento pierdes la concentración y eres consciente de donde estás, del vacio que se abre a tu espalda... irremediablemente caes... o puede que olvides cómo meter el mosquetón, o la cuerda está demasiado tensa o, incluso, no te das cuenta y no te aseguras al llegar a la "reunión"... puedes perder la vida en un segundo en el que el miedo tome las riendas... porque el miedo paraliza y te hace perder la razón y olvidar lo más evidente...
Eso mismo sucede en la vida, en una vía de 6a no puedes permitirte el lujo de tener miedo por más de una milésima de segundo... la vida es un 7a+... si has escalado sabes lo que digo...
Hoy, por unas horas he sentido miedo de nuevo, mucho miedo... tanto que casi he perdido el equilibrio, ese que tan precariamente (por el momento) mantengo a golpe de conciencia y voluntad...
Pero tengo algo que me da la posibilidad de vencer el miedo, sólo necesito un momento de lucidez y la amazona que vive dentro de mí toma las riendas, lanza su caballo al galope, melena al viento y como única arma su fortaleza... esa que ha sabido sacarme de todas las vías de mi vida por difíciles, técnicas y aéreas que fueran...
Así que aquí estoy, he llegado a la cima, un día más... quien dijo que iba a ser fácil?? además las cosas que se consiguen fácilmente no se disfrutan igual...
Llegará un día, y sé que está cerca, en que la escalada de cada día tenga una puerta de atrás donde pueda tomar las escaleras mecánicas y hacerle un guiño al miedo para que me regale una sonrisa...
De eso no tengo ninguna duda. Estoy segura.
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