Adieu, Milord

“No cambiaría un minuto de ayer contigo, por cien años de vida sin ti”

 

Vaya tela con las frases del día!!!

 

Todavía hay frases y pensamientos que me arañan el corazón… y un arañazo sobre una cicatriz aún fresca… duele mucho!!!!

 

Por eso quiero acabar de una vez y para siempre con este dolor, y lo voy a intentar escribiéndote una carta que, si has seguido leyendo el blog tras su descubrimiento, espero te llegue.

 

Para empezar no sé cómo dirigirme a ti, así que lo dejaremos en blanco…

 

Ha sido muy difícil aceptar las circunstancias de nuestra definitiva separación.

Es cierto que yo deseaba desde el fondo de mi alma que la situación que vivíamos se acabara para siempre, como también es cierto que nunca pensé que el final fuera éste… Yo esperaba que un día amaneciera y tú fueras el hombre que yo vi cuando me casé contigo, que tuvieras fortaleza para sostenerme cuando no pudiera más, que fueras capaz de encontrar, con lucidez, soluciones a los problemas del día a día, que me amaras con pasión… que, simplemente, fueras mi “compañero”, mi compañero del alma, pero… nunca llegó ese día y para continuar con la crónica de un final anunciado, el destino te llevó a encontrar mi diario, el diario de una mujer desesperada por frustración e infelicidad, una mujer que durante siete años se ha entregado con alma y vida para intentar conseguir que fueras feliz, y ese diario te contó lo que yo me habría callado para siempre…

 

Ahora, que he superado el peor dolor, el del abandono, el de la decepción, el dolor de pensar que si así es cómo me amabas nunca me has amado como yo esperaba; ahora he retomado mi vida con energía, con fuerza, con ganas, con ilusión… con todas esas cosas que te fui dando y dando sin darme cuenta que no llegaban a ningún sitio y que me estaba quedando vacía…

 

Esta vez es para siempre.

Esta vez no hay vuelta atrás.

Esta vez no volveremos a empezar.

 

En alguna ocasión he pensado que no podrías ser feliz porque no sabes cómo serlo, espero y te deseo de todo corazón que algún día encuentres la fórmula y puedas disfrutar de tu vida sin miedo y con toda la ilusión del mundo.

 

Adieu, Milord, adieu.