Vamos a ordenar el desván
Esta mañana la señora del espejo ha vuelto a aparecer.
"Tienes que ordenar el desván de tu memoria!!!" Me ha dicho y como sé que tiene razón, en ese mismo momento me he puesto a ello.
Para empezar, debo asumir que estoy enamorada de un personaje que no existe, un personaje que alguien creó con el único objetivo de enamorarme y ya lo creo que lo consigió!! hasta se casó conmigo!!
Pero todos los personajes se queman tarde o temprano y no pueden permanecer eternamente haciendo un papel, por eso y una vez asumida la inexistencia del hombre del que estoy enamorada, va a pasar, y lo voy a hacer de forma totalmente consciente y objetiva, al cajón de los seres mitológicos acompañando a los centauros, a los gnomos y a todos los principes azules de todos los cuentos.
Siguiendo con la limpieza y el orden de mi desván, lleno de polvo y telarañas, que por eso tengo yo estas lágrimas que no cesan... Vamos a ir metiendo en cajas todos los recuerdos y circunstancias que tuvieron un papel, en esta obra de teatro... ya basta de recordar mentiras!!
Es curioso... con esta limpieza voy a barrer de un plumazo siete años de mi vida porque realmente nada ha sido cierto, es como si me hubiera quedado dormida soñando una pesadilla interminable... pero "no hay mal que cien años dure".
Una vez cada cosa en su caja, cerrada y remachada, voy a apilarlas en algún lugar de mi memoria en el que no estorben... tengo que dejar espacio para que mi amiga Soledad se acomode.
Barrido el polvo del engaño, recogido el atrezzo de esta obra de teatro que casi acaba conmigo, dejo el desván de mi memoria limpio y con espacio suficiente para que nuevos y buenos recuerdos, ilusiones y esperanzas puedan llenarlo...
Ni una palabra más. Ni un pensamiento más. Al menos no de forma consciente.
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