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Diario de una secre

Mi nuevo yo

Mi nuevo yo

El primero de 2010.

Hoy será la primera vez que escriba en este año que acabamos de estrenar y será hoy porque hasta este momento no me he sentido con la fuerza suficiente.

En estos tres primeros días he pasado la mayor parte del tiempo en casa, sola, no sé si ha sido buena o mala idea, lo que si sé porque así lo he sentido, es que no soy la misma persona que el año pasado.

No soy mejor, desgraciadamente, sólo soy diferente.

Las personas que me conocen dicen que no puedo meter a mi corazón en una caja fuerte, que no puedo desterrar de mi vida la ilusión, la pícara sonrisa que habitualmente pintaba de rojo pasión, las ganas de seducir, la ilusión del juego... pero se equivocan... quiero evitar por todos los medios volver a sentirme vulnerable, no quiero desnudar  mi alma para que, otra vez, me la rompan en miles de pequeños pedacitos...

Incluso yo pienso que es una actitud cobarde pero ya se me acabó la valentía, el frasco del coraje está bajo mínimos y tengo que guardar lo que queda para enfrentarme al día a día, para seguir luchando por lo que realmente importa que son mis hijos.   Si. Renuncio voluntariamente a volver a sentirme una mujer en brazos de un hombre, de un amante... al menos hasta que de una vez y no sólo de puertas para afuera, sepa separar el sexo del amor...

Cuando era joven era algo bien sencillo, una cosa es la necesidad fisiológica y otra bien distinta compartir, tu vida, tu corazón, tus proyectos, tu alma... con el paso del tiempo, de los errores cometidos y por supuesto de las lecciones aprendidas, me he dado cuenta que necesito sentirme abrazada por dentro y por fuera al mismo tiempo, con la misma intensidad y en el mismo momento, ya no quiero un amante frío por bueno que sea, quiero, más bien diría deseo, necesito, un "amigo amante".

Cada día que pasa, con cada persona o situación, voy aprendiendo algo más sobre mi y voy descubriendo miedos que antes no tenía, mi vida me va enseñando a mi vida y por mucho que lo desee, por mucho que lo intente, no puedo regresar al pasado para tomar el camino que en su día rechacé... como muchas veces he escrito y creo " a pies juntillas" todo sucede por una buena razón aunque sea difícil o, a veces, casi imposible comprenderlo, pero el camino no se puede desandar y mirar atrás sólo conduce a la tristeza.

Esto no es una rendición, ni mucho menos, es una reflexión, un alto en el camino, para retomar fuerzas y seguir abriendo puertas cada día, porque al fin y al cabo de eso se trata, de abrir la puerta a todo lo que venga cada uno de los días, desde que suena el despertador hasta que apagas la luz de tu mesilla antes de dormir.

Además siempre hay que mirar el lado positivo... cargar con esta pesada coraza me hará más fuerte.

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