Blogia
Diario de una secre

Escondida

Escondida

Hace tiempo que no dejo que mis manos escriban lo que mi alma siente... hace días que me escondo tras ilusiones, sueños y cuentos inventados para no mirar dentro de mi.

Desde que mi vida cambió de rumbo, desde que se desató este huracán, he pasado por varias etapas llenas de incomprensión, desolación, decepción, abandono, tristeza, nostalgia y todos los sentimientos que la pérdida de un amor y la certeza de la realidad, han ido despertando.

Cada día es un reto, cada día hago un largo de esta pared, en la que se ha convertido mi vida y que, desoyendo las normas de seguridad más elementales, enfrento sin seguros, sin cuerda y por supuesto... sin compañero.   Si, finalmente, consigo alcanzar la cima y mirar desde arriba todas las dificultades, techos, salientes y grietas, si sólo tirando de voluntad, llego al final del último largo sin caer, podré retomar mi camino, mi vida.

Hoy por hoy, tengo momentos en los que el miedo, esa sensación tan temida por los escaladores, me invade y todo lo que deseo es esconderme en mi casa, cerrar los ojos y con ayuda de la química, lanzarme a los brazos de Morfeo... me asusta salir de mi rutina, me da pánico relacionarme con gente desconocida por una razón simple y sencilla, porque he perdido la confianza en el género humano y no me siento capaz de correr el riesgo de otra decepción...

Quien me conoce, me repite una y otra vez que no puedo, que no debo continuar en este estado... lo sé, lo sé muy bien, por eso me esfuerzo y me obligo cada día a dejar atrás alguno de los obstáculos que, he de confesar, me parecen insalvables... hay veces que lo consigo y otras que, me enredo y acabo llena de rasguños, morados y lágrimas.

En cualquier caso, no pienso rendirme. Caeré, es posible que un millón de veces al día, pero prometo firmemente que continuaré intentándolo, que me levantaré tantas veces como caiga y que seguiré, como decía Antonio Machado "...golpe a golpe y verso a verso..."

0 comentarios