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Diario de una secre

En el desván

En el desván

A veces, vamos tan deprisa por la vida, nos queremos ocupar y preocupar por tantas cosas, que olvidamos mirar hacia dentro y reconocer nuestras culpas... Reconocer nuestros errores no tiene nada de malo, somos humanos y como tales nos equivocamos, no somos perfectos (por suerte) y de hecho, yo diría que es sano, muy sano, hacer de vez en cuando un recuento de a quien y cómo debemos dar las gracias o pedir perdón porque si no lo hacemos, nuestro subconsciente, que es mucho más listo de lo que suponemos, va guardando y guardando en el desván donde todo acaba cubierto de polvo y telarañas, pero siempre está ahí...

El día que el desván está tan repleto que sientes que se desplomará sobre tí, miras las escaleras, con pánico, comienzas a subir peldaños, uno a uno, incluso subes uno y bajas dos y vuelves a esconderte y a plantearte la necesidad de entrar a esa habitación de la que has querido olvidarte durante años, pero desde el fondo de tu alma, de tu alma sabia, sabes y reconoces que debes limpiar esas telarañas, que hay que tirar de una vez y para siempre todos esos trastos que no tienen ninguna otra utilidad que ocupar espacio y pesar en el corazón...

Una vez que abres la puerta, armándote del valor que ni siquiera eras consciente de poseer, un millón de recuerdos, de sensaciones, de sentimientos, te atrapan y te envuelven para dejarte aturdido y exhausto, perdido y asustado, sin saber por donde empezar a limpiar... pero si mantienes la calma por un momento, si eres capaz de abrir los ojos y mirar con perspectiva lo que tienes delante, acabarás dejando el desván perfecto para albergar recuerdos e ilusiones nuevas, puede que tardes un día, una semana, un mes o un año... eso es lo de menos, lo importante es que has tenido el coraje suficiente para enfrentarte a tus fantasmas y eso, sólo eso, te hace importante...

Cuando acabes con la limpieza, estarás lleno de recuerdos que serán un apoyo para seguir caminando y además te sentirás mucho, muchísimo más ligero y preparado para enfrentarte a tu vida con una mirada diferente, recuperarás afectos e incluso personas que creías olvidadas y entonces, cuando estés preparado, como la tierra después de un periodo de barbecho, los sentimientos, como las flores, llenarán tu corazón para hacerte feliz, tus ojos volverán a brillar con ilusión olvidada y, hasta pudiera suceder, que no te reconocieras en el espejo.

La vida es maravillosa, dura, durísima a veces, pero siempre, siempre, merece la pena el esfuerzo de avanzar y superar las dificultades.

Como dice Mario Bennedetti:

"No te rindas

Porque cada día es un comienzo nuevo, 
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero"

2 comentarios

Kike -

Gracias Rosa, por alumbrar el camino, por estar ahí, por ser como eres. Muchas gracias.

Kike -

Gracias Rosa, por alumbrar el camino, por estar ahí, por ser como eres, muchas gracias.