Para tí
Ayer escribí un post, dedicado a una persona que tiene un lugar en mi vida desde hace más de 20 años... pero no debió ser del agrado de las fuerzas ocultas porque los duendes informáticos acabaron con él a pesar de mis intentos por recuperarlo...
Voy a hacer un segundo intento porque creo que lo merece.
Apareció en mi vida en un momento de transición para, con un jarabe, acabar con la fiebre de mi hija que tenía apenas un añito... yo no lo recuerdo, de hecho aquella circunstancia pasó por mi vida sin ser yo consciente, sin embargo, luego supe que él sí se fijó en mi.
Años después, cuando el chat invadió nuestras vidas abriéndonos un mundo desconocido y misterioso que a más de uno le costó añadir otro "problemilla" a su vida cotidiana pero que también le puso la pizca de sal imprescindible para evitar la rutina... me lo encontré en una ventana, con un nick que creo recordar era "Príapo", a partir de ahí comenzó una relación que poco a poco descubrimos era la continuación de aquel jarabe...
Ha sido una relación basada en la distancia pero también en la confianza, la complicidad. Los silencios, que los ha habido y muchos, no han sido obstáculo para que el hilo que nos unía siguiera atavesando parejas, separaciones, lágrimas, tiempo e incluso el mar que se empeña en aislarnos... respeto mutuo y mucho, mucho cariño.
De repente, en una circunstancia personal, en la que necesité como nunca su apoyo, su amistad e incluso sus conocimientos para que me ayudara a comprender... desapareció, víctima de, digamos, una crisis de identidad... desapareció y yo aunque sin comprender, acepté la distancia y el silencio y esta vez tuve miedo a molestar.
Pasados unos meses estaba en mi bandeja de entrada explicándome por qué, lo último que yo le escribí fue que contara conmigo, que mi cariño y mi amistad estaban ahí para él que sólo tenía que tomarlo... no sé por qué, no sé qué pasó, qué sintió... lo cierto es que han pasado 8 meses...
Hace unos días formó parte de los destinatarios de mi experimento y en contra de toda lógica, me respondió... no le esperaba, y me sorprendieron sus respuestas... la sensación de comodidad, de fluidez en nuestra relación, esa complicidad que aunque pasara el tiempo hacía que al escucharnos fuera como si acabáramos de hablar dos minutos antes, ya no está... se ha perdido.
Siento que me falló y en algunos momentos me he sentido como un pequeño grano de arena sin importancia en la inmensidad de la playa de su vida, no soy nadie, apenas una dirección de correo y un número de teléfono. Creo que él es consciente de esto.
Me dijiste que creías que no necesitaba tu ayuda... Te equivocas!!!! Ahora más que nunca necesito de tu "oreja" para llorarte, ahora más que nunca necesito de tu voz dulce, serena y tranquilizadora que de vez en cuando me dice "límpiate los mocos que no te entiendo"... Ahora más que nunca necesito que me entiendas sin hablarte, que me sientas en la distancia y me abraces desde lejos. Ahora más que nunca.
En todas las relaciones, a veces, se abren grietas. No me gustaría seguir mirándote de lejos.
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