Siempre hay algún motivo para sonreir
Todos mis lectores me han tirado de las orejas al leer el post anterior... y lo agradezco, porque con vuestras palabras, con vuestros azotes y también abrazos, me hacéis comprender que este sentimiento sólo me lleva a hundirme, ahora que por fin empezaba a remontar el vuelo...
Tenéis razón, lo sé, todos... mi adorable Cécile queriéndome meter de cabeza al water, mi explosiva Margarita regañándome mientras me abraza, mami Pilar repitiéndome que no debo derramar ni una lágrima más por este asunto y tú... mi doctor preferido dándome un empujón con pocas palabras, pero las justas y precisas para que despierte de este absurdo letargo y me ponga los tacones para pisar fuerte en la vida, como siempre he hecho...
Sé que hay otros muchos que han preferido no hacer comentarios, algunos porque no me conocen lo suficiente y otros, quizá, porque no han encontrado las palabras "políticamente correctas" para decirme lo que piensan...
Este sentimiento acabará por quedar en un poso en mi corazón, estoy segura, como también estoy segura de que esta historia no tiene vuelta atrás y mi camino, sigue hacia adelante en compañía de todas las personas maravillosas que tengo la enorme suerte de tener a mi alrededor... habrá días como hoy, difíciles, pero probablemente cada vez serán menos y poco a poco irán aumentando esos otros en los que nos reimos por miles de pequeñas cosas...
Soy enormemente afortunada por poder contar con vosotros en mi vida. Gracias.
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