Lotería

Vuelves a mis sueños y a mis insomnios.

Te recuerdo y mil veces me hago la misma pregunta, por qué? y en ese por qué se condensan mil y una cuestiones y no encuentro ninguna respuesta. Has dejado a la rosa marchita con el corazón convertido en una piedra.

Cuando veo a las parejas que se miran llenos de amor y de ilusión pasear cogidos de la mano se me encoge el corazón, sobre todo si son mayores, porque ahí si se puede asegurar que lo que les une es amor del bueno, pero también es hermoso ver a los jóvenes llenos de ilusión y romanticismo... aunque eso es más pasajero...

Siempre he dicho que esto del amor es como una lotería hay quien juega toda la vida y sólo llega a conseguir, con suerte, el reintegro, sin embargo están los afortunados que un día pasan por una administración de loteria, compran un décimo y les toca el gordo de Navidad...

Nunca he pretendido nada más allá de lo que yo concibo como una pareja: un amigo en quien confiar, un amante con quien disfrutar de los momentos de pasión, alguien con quien compartir tus penas que las penas divididas son más llevaderas y multiplicar las alegrías porque entre dos son mucho más gratificantes, alguien con quien reir hasta las lágrimas y llorar sin ningún pudor... en definitiva un compañero de vida.

Parece ser que esta pretensión es una locura inalcanzable porque muy poquita gente, sólo esos afortunados que compraron el décimo premiado pueden disfrutar.

Hoy por hoy, no tengo espacio para compartir en los armarios ni valor para soportar más desengaños, hoy por hoy lo único que quiero es disfrutar de mi libertad y de mi vida, una vida que está llena con mis hijos, mi familia, mis amigas y mi trabajo.