Vivir un sueño
He encerrado a mi corazón bajo siete llaves y le he obligado a no sentir. He puesto a mi pasión en cuarentena y la mantengo con grilletes para evitar ilusiones que puedan provocarme dolor.
De repente, sin esperarlo, tu alfombra mágica ha parado frente a mi ventana, golpeas suavemente los cristales y yo, que no sé si es sueño o realidad lo que vivo, me acerco y te veo flotando, sonriéndome, invitándome, como Peter Pan a Wendy, a dar un paseo por las nubes... Tengo miedo. No es miedo a volar, es miedo a sentir, a entregarme, a creer...
Me tiendes la mano y siento que no puedo sustraerme al embrujo que te rodea...
Vuelo, vuelo sentada a tu lado y mi corazón galopa ante la promesa de vivir un cuento, una ilusión... quiere saltar, me suplica que suelte las amarras que le mantienen encerrado, me obliga a ser valiente y dejar que la pasión vuelva a gobernar frente a la razón... y yo, que siempre me he lanzado sin pensar, me debato en una guerra de sentimientos. Ilusión y decepción. Esperanza y miedo. Deseo y culpa...
Tu sonrisa ilumina la noche, las estrellas nos hacen guiños, el aire huele a flores, a fruta, tu mano sujeta la mia y el contacto de tu piel me quita el frio y el miedo... quiero creer que aún puedo sentir, quiero ser valiente y disfrutar de todo lo que la vida pueda ofrecerme, quiero desnudar a mi alma y librarla de la coraza que, para evitar heridas, carga sin descanso... Otra vez tu sonrisa, tu mirada, las estrellas, el viento, tus manos, la luna... Casi, casi lo he conseguido...
Abro los ojos... Donde me ha llevado tu alfombra? Has sido tú o el genio que te acompaña?
Vuelve Aladino. Vuelve a buscarme. Quiero arriesgarme a vivir el cuento del que tu formas parte.
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