Soñando que soñaba
El cielo está gris, una mezcla de niebla y lluvia fina hacen del día un escenario perfecto para el romanticismo o el desengaño y yo, como siempre, me inclino por la idea de un paseo, sintiendo el calor de tu mano, rodeados de todos los tonos de rojos, marrones y verdes que el otoño regala, sintiendo el crujir de las hojas bajo los pies, y disfrutando del perfume de la tierra húmeda... silencio, silencio, sólo roto por la música de tu voz...
Una música que me habla de tus viajes, de tu vida, tus proyectos y sorprendentemente, tu amor... ese amor que nos ha tocado a los dos y que sin esperarlo, si querer creer él, me ha regalado el compañero que siempre soñé... un amigo que me escucha, me comprende y me reprende, que me aconseja y no duda en criticarme para hacerme mejor; un amante que es capaz de encontrar todos los caminos para llevarme hasta lugares de placer inexplorados; un compañero, MI COMPAÑERO DEL ALMA, ese que durante toda mi vida esperé, caminamos juntos en la misma dirección, tenemos las mismas metas y él es mi apoyo en la misma medida que yo soy el suyo, en definitiva un sueño... mi sueño
El cielo está gris y sin saber cómo, prendida en las gotas de lluvia que resbalan por el cristal, he soñado que soñaba.
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