La mar salada
Sherezade!!!
Mi amor, la historia de hoy, me la inspiró Margot y con vuestro permiso, me gustaría dedicársela especialmente a ella porque tiene tanto amor, que se le sale por los ojos...
"En una ciudad bañada por el mar, una pareja de enamorados se despidió en el muelle... hubo besos apasionados, miradas llenas de amor, palabras dichas a medias, porque se quedaban entre los labios del otro, no querían perder el tacto de la piel amada y se fueron alejando llenos de esperanza pero con tanta, tantísima tristeza que todos los allí presentes pudieron oír el crujido del corazón al resquebrajarse y nadie, nadie, quedó impasible...
Ella quedó sentada, desmadejada, mirando aquél barco que, irremediablemente, iba alejando a su amor... Desde el otro lado, a la popa del velero, un hombre comenzaba a llorar, a llorar sin consuelo porque sabía que jamás volvería a tener en sus brazos a la mujer que sin esperarlo le había robado, no sólo el corazón, sino el alma y su propio aliento...
No se pueden vivir dos vidas, sencillamente porque sólo poseemos un corazón, pero cuando se tiene alma aventurera y demasiada arrogancia para no temer al miedo, sucede que los duendes te tienden una trampa y te hacen aprender lecciones que duelen hasta donde nunca pudiste llegar a imaginar...
Jugando a jugar que se enamoraba, olvidó su vida real, su familia, sus hijos, su esposa y como el azar es caprichoso, perdió, perdió porque los dados del amor le jugaron una mala pasada...
Alejarse callando su secreto, arrancándose el amor recién nacido fue lo único que pudo hacer para evitar dañar al amor de su vida... pero alejarse desató una tormenta de dolor y lágrimas jamás conocida por un marinero... lloró y lloró, día tras noche, luna tras luna y las lágrimas caían al mar, saladas y amargas...
En la ciudad, aunque sin comprenderlo, empezaron a cuidar las salinas, nunca tuvo el mar tanta sal en esas latitudes, los hombres de costa no acertaron a explicarlo, pero la única razón, mi señor, fueron las lágrimas de un hombre temerario y embustero pero profunda y sinceramente enamorado"
Por qué esas lágrimas Margot?
Es verdad, el amor todo te lo quita, pero también, y cuando ya no lo esperas, todo te lo da.
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