Enamorado de una rosa
Sherezade!!!! Donde estabas, mi amor? Mi señor, estaba en el jardín, recogiendo las historias que han florecido con la primavera... "A palacio llegó de lejos el mejor jardinero que se conocía en todo el reino, decian de él que no habia otro hombre en el mundo que conociera mejor los cuidados necesarios para conseguir las más hermosas rosas, las más bellas, coloridas y fragantes... El jardinero comenzó su trabajo podando los tallos, tomándolas con delicadeza infinita y hablándoles con ternura, al mismo tiempo que les explicaba las razones del corte, sus lágrimas caían regando las raices... de sobra conocía los beneficios de esa poda, pero aún así no podía evitar sentir que estaba haciendo daño a las flores que tanto admiraba... Pasaron los fríos del invierno, comezaron a caer las lluvias de primavera humedeciendo cada brote en su justa medida... el jadinero, cada día les hablaba haciéndoles saber que la razón de su vida eran ellas, verlas crecer confiadas, sin apenas espinas en los tallos, era su más preciado trofeo. Cuando el sol comenzó a calentar, las rosas fueron abriendo sus vestidos, primero arrugados de tanto tiempo guardados esperando el buen tiempo y después, según pasaron los días mostrando todo su esplendor... rosas, amarillas, rojas... todas maravillosas, pero el jardinero se enamoró de una especialmente, y a ella le dedicaba más esfuerzo, más ternura, más cariño... se dirigía a la flor como si se tratara de una mujer... en las noches sin luna se quedaba sentado a su lado para acompañarla y que no sintiera miedo en la oscuridad y así pasaba la noche, al lado de su flor esperando la llegada del nuevo día. Una noche de luna llena, el jardinero acostumbrado a sentir la fragacia de las flores, salió a pasear intentando ahuyentar al insomnio y pudo ver como "su rosa" se iba transformando en la mujer más delicada, dulce y misteriosa que jamás nadie pudiera haber visto en lugar cualquiera, no podía dar crédito a lo que sus ojos estaban presenciando... La rosa se acercó a él, acarició su rostro con el terciopelo de sus pétalos en las manos, sus hojas fueron los brazos que le atrajeron hasta sentir en lo más profundo de su alma el aroma inconfundible de su flor, los besos que dejó en sus labios tenían sabor a tierra, a sal, al sol, a vida. El jardinero se abandonó y la tomó con todo el amor que había estado guardando para ella durante toda su existencia... Al amanecer lo encontraron muerto, al lado de sus flores, rodeado de pétalos y en la mano apretaba un tallo... buscaron en las espinas la razón de su muerte, pero curiosamente y por más que buscaron, aquellas rosas carecían de ellas... Nadie pudo dar una explicación. Al año siguiente, el jardín floreció como nunca, todos se extrañaron porque nadie le había dedicado ni tiempo ni cuidados, pero lo cierto es que las rosas florecieron salvajes y olorosas... en el lugar donde hallaron al jardinero una única rosa, orgullosa, roja, esbelta y olorosa, ocupaba el espacio, pero la primera noche de luna llena, sin razón aparente se marchitaba y moría. Quiso devolverle todo el sentimiento que primavera tras primavera le ofrecía, y su corazón no pudo resisitir tanto, tantísimo amor de una vez. Como muestra de su arrepentimiento, de su egoismo, la flor, cada año viviría apenas una luna" Sherezade... ven mi amor, yo quiero morir entre tus brazos.
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