Si yo tuviera una escoba...

Escribir siempre me ha hecho bien y me ha ayudado a ver con perspectiva las preocupaciones...

Así que aquí estoy... a ver si escribiendo solucionamos este bloqueo que siento y que me hace sentir una especie de zombi que vive entre sueños y pesadillas.

El mayor de todos mis defectos es la búsqueda de la perfección, aunque objetivamente sé que es algo imposible de alcanzar y que intentar llegar a ella solo te lleva a la frustración más absoluta, aún continúo queriendo ser la madre, la hija, la profesional o la esposa perfecta con la consecuente pérdida de energía y de felicidad.

La presión que siento por querer dar a todos, de lo que necesitan lo mejor, y no lo mejor sino lo perfecto, esa presión, me hace olvidarme de mi y volvemos a caer en el error primero... de modo que olvido sonreir, besar, abrazar y disfrutar y caigo en este estado catatónico y agónico que es exigirme y exigirme hasta quedar exhausta...

Ay!!!! con lo sencillo que es dejarse llevar y lo difícil que a veces lo hacemos.

Una vez aclarada conmigo misma, asumo y admito que, también, hay cosas que siguen carcomiéndome desde dentro y que debo exterminar, porque finalmente se trata de una plaga que no tiene ninguna otra solución que desaparecer y para eso no habrá más remedio que requerir los servicios de un profesional en estas cosas... no me gusta la estela que dejan los productos insecticidas, ni tampoco tener que levantar las alfombras y mucho menos el desorden que provocará, pero he de pensar y creer firmemente que después, cuando todo quede limpio y recogido habrá, por fin, serenidad y limpieza...

... y un enorme cartel que me recuerde que NO SE PUEDE NI SE DEBE INTENTAR SER PERFECTA.

Ufffffff, que bien me ha sentado sacar la escoba a pasear...