Flexibilidad...

...Con lo fácil que parece y lo difícil que puede llegar a ser!!

Por educación, creencias, o por mil y una razones incomprendidas, personales e intransferibles, ser flexible no es tan fácil... es verdad que entrenando, igual que se hace en el gimnasio, los músculos tanto los físicos como los mentales pueden aprender, pero... ufff!!! qué complicado es romper esas barreras hechas a base rutina...

Flexible en actitud, flexible en metas, flexible... en definitiva, con la vida... Eso te permite modificar y modificarte para aprender y alcanzar todo aquello que buscas y esperas.  La rigidez, esa que a veces ondea como si fuera la bandera de la victoria , esa que te hace permanecer encasillado tozudamente en una postura que ya no tiene sentido, esa que sin darte cuenta te deja abandonado, ésa y sólo ella, termina convirtiéndose en tu carcelera...

Una imagen siempre dice más que cien palabras, permitidme pues, que intente dibujaros esa imagen: 

Un río, bordeado de altos juncos. Una tarde ventosa, lluviosa. Los juncos, flexibles ellos por naturaleza, se mecen al son del viento, suave, danzantes... o bien, si mi amigo Eolo se enfada, rozando el agua hasta parecer quebrarse...

Cuando el viento se calma, y el sol vuelve a lucir, vuelven orgullosos hacia el cielo, sin haber sufrido el más mínimo daño.

Adaptarse a las circunstancias es lo que te hace crecer, aprender y mejorar, porque algo haya funcionado una vez en una situación determinada no significa en absoluto que eso mismo vaya a tener el mismo resultado en otro momento, con otra persona... es verdad que no hay que olvidar el pasado pero nadie es igual a nadie y cada momento es único y especial.

Personalmente tengo que agradecer a un monje lama esta enseñanza que tanto me ha ayudado en la vida y hoy, por el viento que continúa acompañándome, por el viaje de mi alma, por esta primavera que no llega o por... yo no sé qué razón, he querido compartirla con todos los que estáis ahí.

Espero que, al menos, os haga estirar los músculos...