Regreso
Después de la tormenta siempre llega la calma... una vez que comienzas la subida, puedes parar a descansar, a tomar aire, pero ya sólo queda subir y es imparable...
Me siento bien, tan bien que me da miedo porque ahora he sido consciente de la profundidad en la que había caído... vuelvo a disfrutar de los días, con sol o con niebla, da igual, sencillamente estoy viva y eso me da la oportunidad de ver, conocer y aprender...
He vuelto a escuchar mi risa, a ser ingeniosa, a tener ganas de amar, a paladear un buen vino, a disfrutar un paseo a caballo... en definitiva he vuelto a la vida.
La química ha tenido que ver, por supuesto, pero lo más importante ha sido el apoyo incondicional de mi compañero... su mano, sus esfuerzos, su impulso, sus ganas de querer sacarme de ese abismo oscuro al que era difícil llegar, pero una de sus más grandes cualidades es la perseverancia y a pesar de los escollos, no se ha dejado vencer...
Pude sentir mi alma amazona galopando en la montaña, sin miedo, con ese punto de aventurera que siempre ha sido el responsable del brillo de mis ojos, pude respirar profundamente el aire de una mañana fria y soleada en buena compañia, olvidando miedos, responsabilidades inventadas... pude, por fin recibir a mi alma viajera y sé, siento en cada una de mis células que ha regresado plena de vida y de ilusión...
Si!!!! ilusión, ese motor imprescindible para avanzar cada día hacia lo desconocido, con ganas de descubrir las sorpresas de cada minuto...
El pasado ya no existe, se fue y aunque me ha dejado algunas heridas, como no!!... tengo un presente maravilloso, lleno de momentos hermosos, de amor, de risas, de amigos, de nuevas palabras que me hacen sonreir...
Tengo la sensación de que las palabras me salen a borbotones porque este alma mia ha llegado impulsiva y arrebatadora y no me deja siquiera colocarlas en frases coherentes y poéticas...
Aquí estoy... por fin
Gracias, mil gracias mi amor
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