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Diario de una secre

De vuelta

De vuelta

Y aquí estoy... recordando aquella ocasión en la que le pedí a Soledad que me diera la mano para acabar un año... y sabéis que está pasando? que no puedo dejar de llorar.

Aquel día, aquel año, terminaba una etapa de las peores que recuerdo, sin embargo de algún modo me sentía capaz, me sentia fuerte para empezar un nuevo año... o quizá me estoy engañando??

La razón por la que hoy, ahora, a estas horas estoy sentada aquí delante tecleando y llenando de nuevo estos lienzos en blanco es porque mi ostra se ha cerrado.  

Me da la sensanción de que estoy escribiendo frases inconexas, absurdas, sin sentido, pero la realidad es, que como siempre, estas palabras son las que describen exactamente y sin margen de error como me siento... y ahora toca hacerse la pregunta adecuada y por supuesto responder con absoluta sinceridad... y llegados a este punto es cuando, aunque conozco perfectamente la pregunta y aún mejor la respuesta, me niego a hacérmela y a respondérmela. Tal vez sea una grandísima cobarde.

Soy egoista? soy un bicho raro?, realmente todo lo que ha sucedido en mi vida ha sido porque yo lo he provocado?... Si soy consecuente con mis creencias la respuesta, la única que cabe, es, por supuesto.

Como es posible que de un "Déjate llevar por tu corazón. No te fallaré" se pase a un "No voy a perder el tiempo hablando contigo". Alquien podría darme una respuesta?

Me volví a equivocar? no quise hacer caso a la sabia y austera institutriz, corrí como loca con el corazón en la mano, empecé a aflojar y a confiar y ahora, qué? ahora toca volver a esconderme entre estas líneas, o quizá a descubrirme y a decirme claramente lo que minuto a minuto me voy guardando y escondiendo bajo siete llaves porque creo que no tengo derecho a quejarme, proque creo que si le contara esto a alguien me harían sentir culpable y exagerada...

Me he analizado muchas veces, y sé que la paciencia no es mi fuerte, sé que tengo mal genio y que si me dejo llevar por la ira puedo ser cruel y hacer mucho daño... por esa razón, un día me propuse no hablar hasta no haber conseguido contener esa ira que podía dañar a las personas que me importaban, decidí aprender a esperar a la serenidad y poder escoger las frases, saber donde poner incluso las comas y de esa manera no tener que recurrir nunca al, ya tan sin sentido, "lo siento".

Un "lo siento" no es más que una tirita que cubre una herida, grande o pequeña, pero al fin y al cabo una herida, que siempre, siempre, dejará cicatriz y que cada vez que la veas te hará recordar, el momento, las circunstancias, el dolor que sentiste... y no se trata de rencor, no nos engañemos, se trata sencillamente de que un corazón herido es, tremendamente, sensible y hay ocasiones en que una tirita más, apenas lo que a otros pudiera parecerles un rasguño, significa que ya no queda espacio para latir...

He vuelto, como ves, estoy aquí de nuevo, porque hoy más que nunca siento que sólo tu puedes escucharme y quizá, quien sabe, entenderme.

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