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Diario de una secre

Tarde

Tarde

Dicen de mi que soy orgullosa y que ese defecto me impide ver la realidad y darme cuenta de lo mucho que me quieren.

Busco en el diccionario de la Real Academia de la Lengua y dice que orgullosa es quien posee orgullo, bien. Para encontrar alguna aclaración un poquito más extensa, busco orgullo y, esta es la definición que me encuentro: Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas.

Hago exámen de conciencia y desde luego no considero que sea arrogante, ni un ápice. Creerme superior a alguien? Pensar que tengo más derechos a cualquier cosa que otra persona? Exceso de autoestima? Ahi, he de aceptar que es cierto pero si no hubiera sido de esa manera hoy no estaria escribiendo, sencillamente, porque estaría muerta.

Continuemos con la definición, disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas?, no considero que en mi vida existan demasiadas causas nobles o virtuosas y si las hubiera no quisiera disimularlas. Puedo asegurar que no me estoy guardando nada, que si debiera reconocer ese supuesto orgullo, lo haría, pero no creo que sea el caso.

Y una vez más, la vida, esta profesora exigente y empecinada en hacerme aprobar lecciones, me pone delante de la pregunta... que es el AMOR? y vuelven a aparecer las mayúsculas para nombrar el sentimiento más importante para mi, y digo para mi, no en mi vida.

Esperar que tu pareja se comunique contigo es pedir demasiado? Pretender que se comporte contigo igual que lo hace con el resto de los mortales, es delito? Esperar que si hay un problema entre nosotros sea conmigo con quien se siente a hablar para intentar encontar una solución, y no con las personas que están alrededor, implica que soy orgullosa?

Pues parece ser que todas esas preguntas tienen la misma respuesta, SI y por supuesto una única culpable, YO y mi recién estrenado orgullo.

Mil veces he repetido, y entre estas páginas está escrito, que lo que de verdad cuenta en la vida, en este paseo entre luces y sombras, son todas aquellas cosas que ni se miden, ni se cuentan, ni se pesan...

Qué precio tiene una abrazo, de esos que te calientan el alma, y deshacen el bloque de hielo que llevo cargando en el estómago desde hace tanto tiempo que ya ni me acuerdo?

Qué vale una mirada, que te haga sentir que estás aqui por algo, que todo tu esfuerzo, todos los sacrificios son reconocidos?

Quien tiene dinero para pagar una conversación hecha con retazos de alma, una conversación que acabe con malos entendidos y palabras dichas a medias?

Un paseo, de la mano, hablando de todo y de nada, de lo importante y de lo nimio, de lo divino y de lo humano...

Tan difícil, tan complicado, tan imposible es lo que pido?

Parece que tengo una mañana preguntona, pero lo más triste es que me quedaré, una vez más, un día más, sin respuestas.

La persona que puede resonderme, no sabe hablar conmigo, la persona con la que me casé es un extraño, que no sabe, y lo que es aún peor, creo que no quiere saber ni lo que siento, ni lo que pienso.

A la tercera va la vencida, pensé... y deseé con toda mi alma que así fuera. Encontré a mi compañero del alma, me dije... y resultó que no hablábamos el mismo idioma.

Estoy en un camino que se abre en dos direcciones, busco y miro, como sé que se debe mirar, esperando alguna flecha amarilla pero no veo nada... así que, una vez más, Señora Vida, me sentaré, respiraré hondo, abriré bien el alma y estaré atenta para ver esa señal que me indique la dirección correcta.

Al menos esta vez no estoy asustada, aunque intuyo, ojalá me equivoque, que para recuperar algunas cosas ya es tarde...lamentablemente, demasiado tarde.

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