De vuelta...
Y aquí estoy de nuevo, hablando con una pantalla mientras que el cursor parpadea y la lluvia suena en el tejado de mi oficina...
Sola...como siempre, debe ser que este es mi estado natural y quien sabe, igual no estoy hecha para compartir la vida con nadie.
Hace ocho años que no escribo nada y releyendo me doy cuenta de que nada ha cambiado en mi vida, sigo amando el AMOR aunque sólo lo tenga en mi trabajo organizando bodas...será posible? Donde me he equivocado? qué hice mal?
Llevo todo mi matrimonio intentando explicar que los errores se aceptan y son los mejores maestros para mejorar, que los problemas no se solucionan dejandose de hablar sino hablando, gritandose incluso...que cada uno somos cada uno y no podemos estar de acuerdo en todo siempre y que ahí está la magia, en saber aprender e incorporar a la vida todo aquello que nuestros errores nos enseñan.
Llegados a este punto debo admitir, de una vez por todas que mi matrimonio es inexistente desde hace muchos años, que nunca he sentido el amor que me prometieron, que me han decepcionado y desilusionado, que me han hecho daño aún a sabiendas de que lo hacían... y la pegunta es por qué? por qué he seguido intentandolo todo? por qué he perdonado momentos, palabras, hechos, circunstancias que son imperdonables?
Puedo asegurar que no es por miedo a estar sola, porque de verdad, que siento que es mi estado perfecto, entonces... por qué? quizá porque como ya dije en alguna ocasión esta es mi "última vez" y no quiero que cuando todo se acabe definitivamente, que por cierto creo que ese momento ya ha llegado, me quede la duda de no haber puesto todo de mi parte para que la convivencia hubiera sido como siempre he soñado.
Sería maravilloso que cuando llegara a casa me estuviera esperando y me dijera "tenemos que hablar, no quiero seguir así y eres demasiado importante en mi vida como para perderte"...ainsss!!! creo que he visto muchas películas y eso de este hombre jamás lo dirá por mucho que lo desee.
Volveré a escribir es la mejor manera de hablar con mi queridísima amiga Soledad y la única para recibir alguna que otra respuesta.
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