Compañeros de viaje
Soledad.
Cuando ya parecía que me había acostumbrado a tu presencia, que había acepado todas tus carencias; cuando pensé que podría vivir tranquilamente a tu lado... te revuelves y como gata salvaje has lanzado tu zarpa a mi corazón...
Una conversación escuchada a retazos, un beso indiscreto al abrir las puertas del ascensor, una caricia, o tal vez debería decir, la ausencia de ella... el deseo de compartir algo tan simple como un café bajo los rayos del sol, todas esas pequeñas o grandes cosas, que tú, Soledad, no puedes ofrecerme.
Por suerte para mí, Amor también vive conmigo y me regala, aunque de maneras muy diferentes a las que estaba a costumbrada, momentos y sensaciones inigualables.
Desgraciadamente, Amor y Soledad tienen una compañera que de vez en cuando, por suerte según pasa el tiempo con menos asiduidad, nos hace una visita... se llama Locura y cuando se convierten en una pareja llamada Locura de Amor, Soledad, que es muy celosa, se enfurece, saca sus uñas y me araña, me araña tan profundo que si me dejara llevar, mis lágrimas provocarían una inundación.
En esos momentos difíciles, y no por conocidos menos dolorosos, aparece una amiga que hace poco tiempo que conozco pero que es muy sabia y me da valiosos consejos..."todo tiene una razón, aunque no la conozcas"..., ...."si esto está sucediendo es porque es lo mejor para ti"..., Serenidad se llama y no hace mucho que me acompaña, pero es firme y contundente y tiene la capacidad de hacerme ver todo desde un punto de vista ajeno a mi, de modo que es mucho más sencillo aceptarlo cuando, sin apenas consciencia, te desprendes de esos sentimientos que te ponen vendas en los ojos y corsés en el corazón.
Estos son mis compañeros de viaje, Soledad, Amor, Locura y Serenidad, no sé, porque en realidad, nadie lo sabe, hasta cuando se quedarán conmigo, quizá algún día se una a ellos, alguien que me recuerde, con una mirada, que puede ayudarme a llevar a las maletas.
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