Aladino

Te encontré bajo la Puerta de Alcalá, me prometiste un paseo en tu alfombra mágica y contra todo pronóstico, cumpliste tu promesa.

Estuve esquivando tu presencia, quizá porque intuía que al cruzarse nuestras miradas se abriría un camino tan sencillo de seguir que sentí vértigo, esa sensación que no permite mantener el control y que evito desde hace algún tiempo.  Sin embargo y a pesar de la intención, me atraparon tus ojos, tu sonrisa, la sabiduria que siglos de cultura te han dejado escrita y no pudieron ocultarse tras tus gafas.

La alfombra levantó el vuelo y de tu mano pude recorrer lejanos y exóticos lugares, el viento en la cara, tus dedos entre mi pelo y besos salpicados como gotas de lluvia, con la misma frescura y calidez... Extraño, verdad?

Tu presencia estaba escrita en mi camino y aunque hubiera intentado despistarte, jugar al escondite e incluso haya cruzado el Atlántico  para alejarme de ti... tu nombre continúa escrito en mi piel.

Aladino, eres Unico!!